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VISITA DE LA CRUZ PEREGRINA DE LAS JMJ AL MONASTERIO DE MORA D’EBRE
El 30 de abril, recibimos en la iglesia de nuestro Monasterio la esperada visita de la cruz peregrina de las JMJ.
La comunidad, ayudó al vicario parroquial Rvdo. Mn. Dámaso Tintoré a preparar la llegada de su llegada.
A las 13:30 llegaba a Mora d’Ebre procedente de la cercana localidad de Tivisa y fue traída procesionalmente por un grupo de jóvenes precedidos por una banda de tambores. A las 13:45, hizo su entrada en la iglesia, llena de gente, junto con el icono de la Virgen. Ambos fueron colocados en el presbiterio mientras un grupo de jóvenes cantores acompañados de órgano y violonchelos entonaban el himno de la JMJ: Firmes en la Fe. Durante las casi dos horas que duró el acto pudimos escuchar lecturas y preces con las que se nos fueron ilustrando los distintos aspectos de la cruz: Amor, Perdón, Seguimiento, Vida, Resurrección. Una joven ofreció su testimonio como persona comprometida, por amor a Jesús, al servicio de la parroquia y una Hermana de la Comunidad, narró cómo su encuentro con Jesús, cambió de manera radical su vida, decidiéndose a consagrar toda su vida a Dios en la vida contemplativa de la Monjas Mínimas.
El momento central del acto fue la exposición del Stmo. Sacramento y la bendición solemne. Al final todos los asistentes pudieron hacer un acto de adoración a la cruz peregrina.
A las 15 h. los jóvenes volvían a llevar procesionalmente la cruz, que acompañada por todos los asistentes al acto, se dirigía al embarcadero para ser llevada en barca, por el Ebro, hasta la catedral de Tortosa.
Las hermanas de la comunidad, hemos quedado contentas y agradecidas de poder haber recibido esta visita, que nos ha unido espiritualmente a tantos jóvenes del mundo que se encontrarán con el Papa en el próximo mes de agosto en Madrid. Hemos orado intensamente ante esta cruz para que el Espíritu Santo inunde con su luz a todos los participantes en este encuentro y comprendan que la Cruz de Jesús es el signo de su amor por cada uno de nosotros y el signo de su victoria sobre el pecado y la muerte.
A TODOS LOS JÓVENES
En nombre de la comunidad os queremos hacer saber que ha sido para nosotras una gran alegría el haber podido recibir esta cruz que presidirá la próxima jornada mundial de la juventud, y ha sido también una alegría el recibiros a todos vosotros con este motivo. Como despedida os queremos decir que miréis siempre a la Cruz de Cristo como lo que es signo de su victoria y de la nuestra sobre el mal y sobre la muerte. La cruz es el signo del triunfo del cristiano sobre todo lo negativo que hay en el mundo, por eso es la esperanza que nos guía en nuestro camino hacia el futuro pues nos hace mirar siempre más allá, donde Cristo en ella ha vencido y nos ha hecho a todos vencedores con él.
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