Orar
¡Levantaos, se acerca vuestra liberación!
EL ADVIENTO
Viene el Señor a nuestra casa ¡Qué alegría!, viene siempre, viene Cristo a nuestra casa, vamos a limpiarla, presentemos a Dios nuestra pobreza, nuestra vida, nuestros anhelos e ilusiones, todo. Porque Él viene a salvarnos, viene a adentrarnos en Él.

Adviento, un paso de mi vida hacia la eternidad. Lo que hoy haya amado a Dios quedará en el corazón. Así hicieron los santos, vivieron el tiempo sin dejar pasarlo en balde. ¿Para qué ha valido mi vida? El tiempo de adviento es muy propicio para examinarnos. Para nosotros todo el tiempo debe ser Kairós, Gracia del Señor. Que algún día lleguemos a orientar nuestra vida totalmente a Dios, para abismarnos en Dios… ese quedarse en silencio y decir al Señor: ¡Estoy en Ti! ¡Tú estás en mí! Porque así la percepción de las cosas es diferente. Que seamos capaces de llenar el corazón de esperanza.

Porque el adviento pretende alentar la esperanza cristiana. Su comienzo pretende llenar de esperanza a los fieles… ¡Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación! Y así lo vivieron los santos y así lo debemos vivir nosotros hoy… vivir en Dios, es lo que tenemos que hacer. Adviento es un tiempo propicio para pensar, reflexionar, compartir y discernir. Es un tiempo de conversión… ¿cómo vemos la vida? Muchas cosas por hacer, pero siempre podremos decir ¡Tú estás en mí y yo en Ti! Esta presencia de Dios que viven los santos… eso es Adviento.

¿Qué va a pasar cuando venga el Señor? De manera plena llega el Señor en la muerte… pero viene en cada momento… acojámosle.
Porque tú… yo… nosotros… vamos a cuidar a ese Niño… porque viene a nacer en nuestro corazón.
Preparemos los caminos del Señor, anunciemos el mensaje de salvación.
Miremos a la Virgen María, protagonista del Adviento… prototipo de la salvación. Como Ella digamos FIAT, SÍ, HÁGASE.
Que nuestro adviento prepare corazones abiertos a la venida del Señor, que viene a salvarnos. Vivamos en esperanza, oremos en esperanza, hagamos en esperanza.
VEN, SEÑOR JESÚS.