CUARESMA
"la Cuaresma, un tiempo que constituye un camino de preparación espiritual más intenso, la Liturgia nos vuelve a proponer tres prácticas penitenciales a las que la tradición bíblica cristiana confiere un gran valor: la oración, el ayuno y la limosna, para disponernos a celebrar mejor la Pascua....
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el ayuno es una gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él....
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el ayuno se nos ofrece como un medio para recuperar la amistad con el Señor...
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el verdadero ayuno, por consiguiente, tiene como finalidad comer el "alimento verdadero", que es hacer la voluntad del Padre
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el ayuno contribuye, además, a dar unidad a la persona, cuerpo y alma, ayudándola a evitar el pecado y a crecer la intimidad con el Señor...
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el ayuno representa una práctica ascética importante, un arma espiritual para luchar contra cualquier posible apego desordenado a nosotros mismos...
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el ayuno tiene como último fin ayudarnos a cada uno de nosotros, -como escribía el Siervo de Dios el Papa Juan Pablo II-, a hacer don total de uno mismo a Dios"
(Mensaje para la Cuaresma de Benedicto XVI: te puedes descargar el mensaje completo)
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