La Federación de Monjas Mínimas que ha llegado a su 50 aniversario, fue fruto de una pronta respuesta a los deseos del Papa Pío XII expresados en la Exhortación Apostólica “Sponsa Christi”. A través de esta Exhortación el Papa invita a las comunidades de vida contemplativa a la abertura de ayuda recíproca y de intercomunión, impulsando a crear federaciones.
Las Monjas Mínimas, que ya en años precedentes tenían experiencia de ayuda entre los monasterios, acogieron con prontitud la llamada del Papa y enseguida se comenzaron los trámites para llevar a cabo la federación de todas las comunidades que en aquél momento constituían la Orden de las Mínimas en España.
El 1 de mayo 1956 se tuvo la primera reunión de todas las Correctoras con una delegada de cada Comunidad en el monasterio de las Mínimas de Barcelona y se procedió a la elaboración de los Estatutos.
Y el 6 de septiembre del mismo año 1956 concede la Congregación, a las hijas del San Francisco de Paula, la erección canónica de la FEDERACIÓN DE LAS MONJAS MÍNIMAS DE ESPAÑA, siendo la primera de las federaciones.
Más tarde también se agregaron los monasterios de Italia.
Su fin es favorecer la colaboración fraterna entre los monasterio según el carisma y espiritualidad de la Orden. Se encarga de proteger y promover cuanto favorece la vida contemplativa propia de las Monjas Mínimas en fidelidad a su carisma, respetando las diversas costumbres y legítimas diferencias de cada monasterio.
Entre las ayudas más comunes está la cesión temporal de monjas, la colaboración en cuanto a la formación inicial y permanente, el intercambio de medios formativos o económicos y el diálogo en el caminar en nuestro estilo de vida Mínimo.
Hoy la Federación continúa su cometido ofreciendo la ayuda posible. Y esta hoja quiere también ser una expresión de la colaboración entres los distintos monasterios.
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