En vísperas de la profesión Solemne de Sor Leema, tuvimos una vigilia de oración en nuestra iglesia, en la que participó un grupo numeroso de jóvenes de las distintas parroquias de Andújar. Estuvieron acompañados por las religiosas encargadas de la Pastoral juvenil y por sus catequistas.
La oración fue dirigida por don Juan Francisco Ortiz González, párroco de la Parroquia de san Bartolomé de esta ciudad y dio comienzo con la Exposición solemne del Santísimo, entonándose el canto no “No adoréis a nadie más que a Él”. Después, hubo silencio, adoración, cantos, preces, lecturas. Nuestra comunidad, en pleno, participó gozosamente, uniéndose a la oración y cantos de los jóvenes. Y tras la lectura del Evangelio, sor Leema dio el siguiente testimonio:
Me llamo sor Leema, soy de la India y llegué a esta comunidad hace once años. Para mí es un día muy especial, mañana voy hacer mi consagración total al Señor. Es un día que esperé con gozo y perseverancia. Desde lo más hondo de mi corazón agradezco al Señor todas sus bendiciones que inundan y transforman mi ser, especialmente el don de la vocación que he recibido de su mano amorosa y generosa.
Le doy infinitas GRACIAS a Dios por haberme abierto los ojos, aunque haya tenido que sufrir un poco en pruebas diversas, pero así ahora puedo estar más preparada para todo lo que el Señor quiera mandarme hasta llegar a la unión íntima, absoluta y definitiva con Él, sólo por AMOR. Quiero invitaros a vosotros, jóvenes, a que no tengáis miedo de decirle Sí al Señor, quizá el Señor tiene un mensaje para nosotros, pues tal vez nos invita a ahondar más en Él, venciendo las inclinaciones de consuelos humanos para que podamos avanzar en la vida espiritual, y, así, poder saborear la realidad de un seguimiento a Cristo que tiene que ser purificado y probado. Que el Señor, Amor y Misericordia infinita, os colme de esa gracia, paz y felicidad que sólo Él da y de la que yo me siento partícipe. La oración concluyó con la oración de las JMJ, 2011. Después tuvimos un breve diálogo con los jóvenes en el que hubo preguntas por parte de los chicos y chicas que se admiraban de nuestra vida entregada al Señor en la clausura para bien de todos nuestros hermanos.
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