"Jesús me dio a beber el agua viva de su Amor"
Desde los 14 años sentí la llamada del Señor y desee entregarme a Él. Intenté ingresar en un monasterio de España donde estaba mi prima como religiosa y le escribí. Ella me dijo que era muy pequeña, que siguiera estudiando y más adelante ya veríamos. Pero yo no me conformaba con esa respuesta porque en mi corazón de adolescente bullía el deseo de seguir a Jesús; pasados dos años, volví a escribir a mi prima pero ella no me contestó. El Señor tiene sus caminos que no son siempre los nuestros y a través de una amiga el Señor abrió en mi vida el sendero que me conduciría hasta este Monasterio de Monjas Mínimas de Andújar que se convertiría para mí en un manantial de agua donde Jesús me dio a beber el agua viva de su Amor.
Al principio me costaba la vida religiosa, era un cambio tan grande que no terminaba de asimilarlo y pensé volverme a la India, a mi casa con mis padres y mis hermanos. Pero con la ayuda del Señor y con la ayuda de mis hermanas de Comunidad pude continuar mi camino hacia Él. Algunas cosas me siguen costando pero entonces miro con los ojos de la fe y puedo seguir caminando.
Ahora mi alma tiene una profunda felicidad porque siento que Él está junto a mí y me sostiene con su brazo poderoso y tras haber pasado casi tres años en la Familia Mínima de San Francisco de Paula, estoy preparándome para empezar mi Noviciado el día 15 de agosto en la hermosa fiesta de la Asunción de Nuestra Madre del cielo a la que quiero mucho. Ella es mi Madre y mi Maestra y me enseña a decir a mi Señor: "Pase lo que pase, Jesús, quiero estar contigo para siempre haciendo tu voluntad", pues estoy convencida, de que aunque cueste, vale la pena gastar la vida por Cristo para bien de todos los hombres.
María Jesús Kodiyan
Postulante Mínima
|