Saltillo (México)
Presentación

Historia de una Fundación

 

1997: Desde el lejano México una joven pedía a nuestra Comunidad de Grottaferrata (Roma) compartir nuestra vida de oración y de penitencia.

        Fue ésta la primera señal que el Señor nos dio para abrirnos a nuevas fronteras y llevar nuestro carisma a tierra Mexicana.

        Después de ella otras jóvenes ingresaron en nuestra Comunidad y esto nos mantuvo en constante contacto con la juventud Mexicana. Su presencia entre nosotras nos hacía comprender las dificultades que ellas encontraban para inculturarse en nuestro ambiente tan distinto. De ahí se vio la necesidad de tener una casa de acogida en su propia tierra para que el discernimiento vocacional fuese más fácil y la formación más rápida.

        Antes de lanzarnos en esta aventura pasaron algunos años de incertidumbres e indecisiones, pidiendo a Dios que nos iluminara para descubrir su voluntad.

¡No ha sido nada fácil tomar la iniciativa de una fundación!

Todo parecía más grande que nuestras posibilidades, pero el Señor nos lo continuaba solicitando con el don de otras vocaciones.

Septiembre de 2005: Para quitarnos de todas las dudas fue la visita inesperada del Señor Obispo de Saltillo (Coahuila), P. Raúl Vera López (O.P.) que, conociendo nuestros deseos por medio de los Padres Mínimos, presentes en su Diócesis desde el año 1997, quiso venir personalmente a Grottaferrata (Roma) para invitarnos a implantar nuestro carisma en su Diócesis y ofreciéndonos todo su apoyo.

Noviembre de 2005:   Aceptando su paternal acogida y contando con la ayuda fraterna de nuestros Hermanos Mínimos, dos Monjas de nuestra Comunidad fueron a Saltillo (Coahuila) para ver las concretas posibilidades de una fundación.

Allí la gente nos abrió de par en par su corazón y desde la más sencilla a la más rica nos brindó su hospitalidad y cariño.

26 de Febrero del 2006: Salen del monasterio de Grottaferrata dos hermanas: una italiana, y otra mexicana.

La bendición del Señor llega en seguida:

El 2 de Abril del 2006 ingresaban cuatro vocaciones, de las cuales una está haciendo su experiencia en Grottaferrata (Italia) y las otras pronto empezarán el tiempo del Noviciado.

        Todavía nos falta todo, pero la pequeña Comunidad vive con tanta alegría la espiritualidad Mínima, en pobreza y humildad, contentándose con una pequeña casita prestada por una bienhechora, confiando únicamente en la Providencia divina, que llevará a cabo la obra empezada.

23 de Mayo del 2007: La naciente Comunidad de Saltillo obtiene la aprobación de la Santa Iglesia y actualmente se prepara a implantar el Noviciado para todas las jóvenes Mexicanas que deseen entregar su vida a Dios siguiendo el camino espiritual de San Francisco de Paula.