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El Monasterio de Jesús María de Barcelona fue fundado en la Pascua de Resurrección (abril) de 1623, por tres monjas del convento de Antequera: Madre Francisca del Espíritu Santo, Madre Maria de la Santísima Trinidad y Madre Maria de San José que imprimieron en la Comunidad el espíritu de San Francisco de Paula que tan vivo llevaban grabado en sus almas.
Esta comunidad se fue acrecentando con la entrada de nuevas vocaciones de manera que el 1 de marzo de 1681 salieron cuatro monjas para una fundación en Valls (Tarragona).
A principios de 1726 cuando se propagaba la herejía jansenista en Francia y una epidemia de cólera azotaba el sur de Francia, diez monjas se ofrecieron a Dios por el cese de la epidemia y extensión de la verdad católica. Dios aceptó su ofrenda y en un mes se llevó consigo a diez monjas.
Toda la Comunidad decidió acudir a la Virgen y, cual Madre Misericordiosa, pronto vino en su socorro, haciéndose sentir de forma maternal su especial protección; desde entonces es invocada por la Comunidad bajo la advocación de Nuestra Señora de la Fuente de la Salud.
Esta comunidad sufrió mucho, sobre todo en el siglo XIX a causa de diversas exclaustraciones en 1814, 1823 y 1869. En 1908 se trasladan a Horta tras adaptar lo necesario en la casa comprada. La iglesia del nuevo convento fue bendecida en 1914.
En la revolución de 1936, de la comunidad compuesta por 25 monjas, fueron martirizadas 9 junto con la demandadera,
La iglesia fue brutalmente destrozada y el convento convertido en cuartel.
En los tiempos difíciles de la posguerra, Madre Consuelo del Corazón de Jesús fue la persona providencial que con su talento, bondad y gran amor a la Orden, trabajó mucho por la Comunidad y por toda la Orden, ya que fue la primera Presidenta de la Federación de la Orden Mínima.
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