La Federación
IX Asamblea Federal Electiva
XI ASAMBLEA FEDERAL ELECTIVA - MONJAS MÍNIMAS
 
En los días 7 al 12 de noviembre del 2016, las Monjas Mínimas nos hemos reunido en Asamblea Federal, al concluir el sexenio, con la presencia del P. Ottavio L aino, Asistente de la Federación. Nos hemos congregado en la Casa de las Religiosas Oblatas del Santísimo Redentor, en Ciempozuelos (Madrid). Ha habido un ambiente fraterno lleno de alegría de vernos todas unidas, hemos gozado mucho y notado la oración de tantos hermanos y hermanas.

Damos gracias a Dios por la alegría fraterna vivida entre las hermanas, por habernos sentido, una vez más, insertas en el misterio de la comunión de la Iglesia, conscientes de la maravillosa realidad de nuestra vocación contemplativa, ya que, como nos dice el Papa Francisco “la vida contemplativa monástica, en su mayoría femenina, se ha radicado en el silencio del claustro generando preciosos frutos de gracia y misericordia. La vida contemplativa femenina ha representado siempre en la Iglesia y para la Iglesia el corazón orante, guardián de gratuidad y de rica fecundidad apostólica y ha sido testimonio visible de una misteriosa y multiforme santidad” (Vultum Dei quaerere, 5)

Ha salido reelegida M. Magdalena López como Presidenta de la Federación para otros 6 años (de la Comunidad de Daimiel). 1ª Consejera-M. María Ángeles Martín, superiora de la comunidad de Paula (Italia); 2ª Consejera- M. María Francisca Valdelomar, superiora de la comunidad de Archidona-Málaga; 3ª Consejera- M. Rocío González de la Aleja, superiora de la comunidad de Daimiel y 4ª Consejera- M. María del Silencio Orosa, superiora de la comunidad de Jerez de la Frontera. Estamos muy contentas porque vamos a poder trabajar unidas y muy bien, nos espera un sexenio de mucho trabajo. Han entrado en este sexenio dos nuevas consejeras, M. Rocío y M. María del Silencio. Laus Deo.
Caminamos con el corazón abierto a la luz del Espíritu, conscientes de sabernos en las manos de Dios. Deseamos estar abiertas a su acción para gloria de Dios, bien de la Iglesia y de nuestra Orden, y salvación de todas las almas.

Ut in ómnibus glorificetur Deus. Que en todas las cosas sea glorificado Dios.