Lipa (Batangas, Filipinas)
Profesión Solemne de Sor Filomena
CRONICA PROFESION SOLEMNE DE SOR FILOMENA

El 2 de Junio, solemnidad del Corpus Christi, hizo la profesión de votos solemnes nuestra hermana Sor Filomena del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Asteria Achacoso).

El Rito se desarrolló dentro de la Eucaristía del Domingo en la iglesia de nuestro Monasterio de San Francisco de Paula y fue presidido por el arzobispo de nuestra diócesis, Mons. Ramón Argüelles. Concelebró el  P. Adriano Sobremesana, Oblato de San José, capellán y confesor de nuestra Comunidad, y actuó como Maestro de ceremonias Don Ericson Tio, formador en el seminario menor. La liturgia fue armonizada bellamente por el coro de seminaristas de los Oblatos de San José. Entre los fieles que nos acompañaron, estaban las Hermanas Misioneras del Catecismo, a quienes les debemos perenne gratitud por su acogida en los comienzos de nuestra fundación en Filipinas. Un centenar de fieles, aproximadamente, componía el resto de la asamblea, familiares de Sor Filomena  y amigos de nuestra Comunidad, que a lo largo de estos casi 14 años de fundación, hemos ido conociendo y nos han dado su amistad y apoyo en todos los momentos.  

Sor Filomena estaba serena. Tras ser llamada en voz alta y contestar: “! Aquí estoy, Señor, tú me has llamado!”, respondió con claridad al interrogatorio del Sr. Obispo manifestando públicamente su libre voluntad de entregarse a Dios en nuestra familia Mínima. Siguió la homilía en el que Monseñor Argüelles, resaltó la entrega que Sor Filomena hacía de sí misma se une a la que Jesús hizo de Sí mismo al Padre por amor nuestro quedándose incluso en la Eucaristía con nosotros. Después de la Letanía de los Santos en la que permaneció postrada delante del altar, hizo su profesión de votos solemnes en las manos de nuestra Madre Correctora, M. Rocío de Jesús, que estaba con nosotras esos días. La bendición solemne de la neo profesa por parte del Señor Obispo y la entrega de los símbolos de la vela y del libro de la Liturgia de las Horas concluyeron el Rito de la profesión siguiendo la Eucaristía como de costumbre.

Al final todos los fieles fueron invitados a ir a los locutorios para tomar una merienda preparada por la Comunidad.

Damos gracias por tener a otra Hermana más entregada totalmente a Dios en nuestra familia religiosa en esta Comunidad de Daimiel y Lipa y con ella nos hacemos eco de las palabras del salmo que escogió y se lee en un gran cartel dibujado por nuestras hermanas de Daimiel y que pendía de la reja del coro de nuestra iglesia: “¡El Señor es mi delicia!”.

“Que sea el Señor tu delicia y El te dará lo que pide tu corazón” (Salmo 37, 4).