Tal vez me puedes decir que es la primera vez que escuchas hablar de tu verdadera vocación como hijo de Dios y que deseas saber más de ello y que quieres emprender seriamente esta búsqueda de cómo vivir más plenamente tu vocación cristiana.
Pues con alegría te comparto unas ideas que te pueden ayudar mucho.
Como te decía al principio, hemos sido creados para vivir en comunión con Dios y a participar de su obra salvadora, esta es nuestra verdadera y única vocación, que es la vocación cristiana; la común a todos.
Y como toda vocación, implica una llamada y una respuesta. La llamada que es una iniciativa gratuita y personal de Dios que exige del hombre una respuesta libre y fiel y como nos dice nuestro catecismo “la respuesta más adecuada es la Fe y esta Fe es una adhesión del hombre entero a Dios”
Por eso en la medida que respondamos a esta llamada de Dios, iremos encontrando la plenitud de nuestro ser.
Es necesario que desarrollemos nuestra vida de fe o sea, nuestra vida cristiana y toda ella consiste en ir uniéndonos a Cristo para ir asemejándonos más a Él. Aquí está la clave de todo, no consiste en nada más.
Y como sabes muy bien para unirnos a una persona es necesario conocerla.
De ahí la importancia vital de que poco a poco te intereses más y más en ir conociendo a Jesús , esto sin duda alguna hará que te vayas uniendo a Él y en la medida que te unas a Él, te iras asemejando a Él.
Esto es un camino al que no se le puede marcar un fin, se irá avanzando en la medida en que se vaya respondiendo con fidelidad.
Pero también hay algo muy interesante y es, que dentro de esta vocación cristiana existe una llamada especial que Jesús hace a algunas personas para seguirle más de cerca y para que vivan de forma estable su mismo estilo de vida y lleven hasta sus últimas consecuencias su vocación cristiana. Este estilo de vida es lo que se llama vida consagrada.
Pero esta vocación no es para todos sino para los que Jesús elige y a quienes capacita para responder.
¿Y cómo se da cuenta una persona que está llamada a una consagración de todo su ser a Jesucristo?
Pues por el deseo fuerte y firme de vivir para Dios y por Dios, queriendo entregarle todo su ser a Él y en beneficio del mundo.
En fin, querido joven, Dios tiene un plan de amor para ti, el cual lo ha pensado desde siempre y que irá encaminado siempre a vivir desde Él y por Él porque para eso hemos sido creados.
Ánimo, no dejes de hacerle esta pregunta
¿Señor qué quieres de mí?
Ten por seguro que te responderá.
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