Leyenda Oriental- (para representar)
Se acercaba la Nochebuena y dentro de pocas horas iba a cumplir Jesús treinta y tres años de edad. Próximo al Calvario, quiso visitar por última vez el portalico donde entre los cánticos de los ángeles y el pasmo del universo, había comenzado su peregrinación por el valle del mundo. Al caer la tarde entró en la cueva de Belén y se puso a orar junto al pesebre que recibió los tiernos miembros del Hombre-Dios. Vino a interrumpir su contemplación una voz de anciano que acercándose al Portal repetía:
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”.
Llegó a la entrada de la cueva el Pastor que modulaba las melodías de Navidad y fue a posar su encarnecida cabeza junto al pesebre....
Te puedes descargar la pequeña representación en doc:
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