“Amaos”
Jesús, aún resuenan en mi corazón como un eco esta palabras del Jueves Santo “Amaos”.
Pero no basta. Es necesario que penetre en lo más profundo de mi corazón y eche raíces
y se convierta en árbol de vida que dé frutos de Resurrección.
Amar… hasta el extremo… amar como Cristo ama… hasta dar la vida.
Ese es mi deseo dejando pasar tu amor por mí.
Haz Señor, que en esta pascua sea una verdadera ofrenda en unión contigo, nuestra víctima pascual.
Que broten de mis labios palabras de amor, de ternura, de misericordia que procedan de un corazón convertido, un corazón dulce, sereno lleno de bondad. Que quien pase a mi lado te vea Resucitado.
Vive en mí, Tú que has dado la vida por mí. Y que te veamos entre nosotros,
Sé que vives en aquel que sabe gastar su vida por los demás,
en quien sonríe con serenidad olvidando sus propios sufrimientos,
vives en quien es artífice de paz, sin mirar sus derechos,
vives en quien es creador de unidad y armonía en su entorno olvidado siempre de sí.
Vives en aquel que sabe morir para que otros vivan.
Olvidado de mí mismo levanto la vista y veo a Cristo a mi lado,
mientras experimento que ¡yo también he resucitado!
Mínimas de Daimiel
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